06 junio 2016

Eficacia y eficiencia: Aspectos claves para futuros directivos

eficacia y eficiencia

Existe una gran diferencia entre la eficacia y la eficiencia, es decir, entre ser eficiente y ser eficaz. A menudo en las empresas se debate sobre si el principal objetivo a lograr en los trabajadores es la eficiencia o la eficacia.

 

Como futuro miembro de la junta directiva de una empresa, te interesa conocer bien la diferencia para marcar este objetivo fundamental. Es una de las líneas más importantes que definirá la línea de trabajo que ha de seguir el departamento de Recursos Humanos, fundamental, para que la empresa logre alcanzar sus metas.

 

Eficacia:

La eficacia podemos definirla como el nivel de consecución de metas y objetivos. La eficacia hace referencia a nuestra capacidad para lograr lo que nos proponemos.

Se cree en el logro de los objetivos finales, por lo cual, se tienen en cuenta todas las variables que pueden cambiar en el futuro. Se fomenta la innovación, ya que se exige que la persona sea crítica y piense por sí misma; para de este modo poder lograr su mayor objetivo.

Alguien eficaz trata siempre de alcanzar el éxito, sin enfocarse en los posibles fracasos.

 

Eficiencia:

La eficiencia no es solo lograr las metas, es la relación entre los recursos utilizados en un proyecto y los logros conseguidos con el mismo. Se entiende que la eficiencia se da cuando se utilizan menos recursos para lograr un mismo objetivo. O al contrario, cuando se logran más objetivos con los mismos o menos recursos.

Ya que en la eficiencia se trata de hacer las cosas bien, exige documentación y repetición de ciertos pasos. Pero hacer lo mismo una y otra vez puede desalentar o ir en contra de la innovación. Quien es eficiente procura evitar cometer errores además, en la eficiencia se piensa cómo puede ser el futuro dependiendo de la adición o eliminación de ciertos recursos.

 

 

Eficacia o Eficiencia:

La eficiencia se centra en el proceso que se sigue para lograr algo, tomando en cuenta los “medios”; mientras que la eficacia se centra en el logro o alcance final, es decir en los “fines”.

 

La eficacia se diferencia de la eficiencia en que la eficiencia hace referencia a la mejor utilización de los recursos, y la eficacia hace referencia a la capacidad para alcanzar un objetivo aunque en el proceso no se haya hecho el mejor uso de los recursos, es decir, no importa si fuimos eficientes en el proceso llevado a cabo para alcanzar el objetivo y ser eficaces.

 

De esta manera podemos ser eficientes sin ser eficaces y podemos ser eficaces sin ser eficientes.  Lo ideal sería ser eficaces y a la vez ser eficientes.

 

Por ejemplo en un proyecto de construir un edificio, podemos ser eficaces cumpliendo el plazo de un mes, tal y como estaba previsto, pero gastar más recursos de lo normal, con lo que no fuimos eficientes.

 

O el caso contrario, utilizamos  un 10% menos de los recursos previstos para construir el edificio pero no se logró terminarlo en el plazo previsto de un mes, con lo que no fuimos eficaces.

 

Sin embargo si logramos construir el edificio en el plazo de un mes, utilizando menos del 100% de los recursos, seriamos tanto eficaces como eficientes.

 

Para ser eficiente se requiere de una disciplina rigurosa. Esto puede conllevar a que las personas se vuelvan muy metódicas, calculadoras o que sean un tanto inflexibles. Mientras que para ser eficaz se crean estrategias que funcionan a largo plazo, y por esta razón las personas eficaces tienden a ser más adaptables a su entorno y a las circunstancias.

 

A nivel empresarial, la eficacia fue en un principio un indicador del desempeño. Sin embargo, cuando los consumidores fueron aumentando o empezaron a enfrentarse con una gran variedad de opciones, la eficacia por sí dejó de ser eficaz como elemento de venta.

 

Se ha llegado a la conclusión de que para ser una compañía exitosa, es necesario que haya un equilibrio entre la eficacia y la eficiencia; porque ser eficiente, pero no cumplir con los requisitos de las partes interesadas es algo inútil y con la eficacia por sí sola se puede alcanzar el éxito pero, a lo mejor, nos llevamos una sorpresa al descubrir a qué costo lo hemos conseguido.

 

En resumen las diferencias generales entre eficacia y eficiencia son:

1- La eficiencia se centra en los medios, mientras que la eficacia se enfoca en los fines.

2- Eficiencia es hacer las cosas bien, pero eficacia es hacer las cosas correctas.

3- La eficacia visualiza las cosas a largo plazo, mientras que la eficiencia se limita a la situación actual.

 

Por este motivo, las organizaciones deben, en primer lugar, lograr que todos sus trabajadores sean eficaces y una vez logrado que sean eficientes. Ese debe ser la clave a alcanzar ya que supondrá una reducción de costes por parte de la organización y, de manera indirecta, una mejor valoración de todos los trabajadores al ver su trabajo mejor desarrollado y más valorado.

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